30 oct 2011

RUTAS TURÍSTICAS


EXCURSIONES EN COCHE

Las islas con una amplia red de carreteras, posibilita la planificación de interesantes excursiones. Aparte de las vías principales confirme en buen estado, existen muchas carreteras de tierra para usos forestales o agrícolas. Es necesario que nos informemos de su estado para evitarnos posibles molestias. Las excursiones aquí señaladas son orientativas en tiempo y recorrido.

RUTA 1. Santa Cruz de La Palma, Puntallana, (Casa Luján) Mirador de San Bartolomé y montaña de la Galga, Los Tilos, San Andres y Sauces, Bsrlovento, La Laguna, La Tosca, Gallegos, Franceses, Roque Faro, parque arqueológico de La Zarza, Llano negro, Santo Domingo y Puerto; Las Tricias, Puntagorda, Tijarafe, mirador El Time y Los Llanos. Regreso al Punto de partida por el túnel de la Cumbre. Tiempo: un día.
RUTA 2. Santa Cruz de La Palma, Santuario Ntra. Sra. de Las Nieves, mirador de la Concepción, carretera de la Cumbre, centro de visitantes P.N. Caldera de Taburiente, mirador de La Cumbrecita,Refugio del Pilar, carretera de Botazo, Pared vieja, dragos gemelos, Breña Alta, Santa Cruz de La Palma. Tiempo: medio día.
RUTA 3. Santa Cruz de La Palma, Breña Baja, Villa de Mazo, parque arqueológico de Belmaco, Fuencaliente, volcanes San Antonio y Teneguía, mirador de Las Indias, el Charco, San Nicolás, Tazacorte y Puerto, Los Llanos de Aridane, El Paso, túnel de la Cumbre, Santa Cruz de La Palma. 
Tiempo: 6 horas.
RUTA 4. Santa Cruz de La Palma, Mirca, carretera q se dirige a los observatorios astrofísicos, miradores sobre La Caldera, Roque de los Muchachos, observatorios astrofísicos. Regreso.
Tiempo: medio día.

EXCURSIONES A PIE

La isla es un sitio ideal para caminantes. Senderos a través de los más variados paisajes ofrecen disfrutar de la naturaleza plena.
Debemos seguir siempre los caminos y las señales indicadoras, tener el máximo cuidado con el fuego, no dejar basura y respetar la flora y otros objetos que encontremos por el camino.
RUTA 1. Pico de la Nieve, Punta de Los Roques, Pino de La Virgen.
Dificultad: alta. Tiempo: 6-7 horas.
Este camino nos sorprende con unas panorámicas sobrecogedoras de La Caldera de Taburiente y otros lugares de la isla. 
Descripción de la ruta: Por la carretera del Astrofísico, encontramos una señal que indica hacia el Pico de la Nieve, por ella hay una pista de tierra de 2 km. que nos lleva directos al inicio del camino.
Comenzamos en dirección ascendente hasta el Pico de la Nieve y luego retomamos el camino que desciende un largo trecho, por el pico de La Veta hasta llegar a la Degollada del Río, lugar más bajo de este tramo de la ruta. El camino en esta parte se hace más tenaz por el fuerte desnivel. Podemos aliviar nuestro cansancio, con agua de una fuente que encontraremos a la derecha del camino, cuando éste se hace apacible. Muy rápidamente llegaremos a la veta de La Arena y Punta de Los Roques, donde el espectáculo invita a un pequeño descanso. Ya desde aquí el camino siempre desciende entre codesos, amagantes y pinar, hasta llegar a la carretera de la Cumbre Nueva desde donde tomaremos el camino de las vueltas hasta el Pino de La Virgen.
RUTA 2. Ruta de los volcanes. Refugio el Pilar-Fuencaliente. 
Dificultad: Alta. Tiempo: 8 horas.
Este camino recorre toda la dorsal sur de la isla, con una sucesión de volcanes,(varios históricos) dentro de una de las zonas volcánicas más activas del mundo.
Descripción de la ruta: En el mismo parque recreativo, junto al pequeño edificio de servicios, parte el camino en forma ascendente por la ladera del Pico Birigoyo, para pasar por la montaña de la Barquilla. Más adelante ascenderemos al Hoyo Negro y Nambroque, donde veremos los vestigios de la erupción de 1949.
Continúa la ruta hasta La Deseada, parte más alta del camino, a 1949 metros, desde donde contemplaremos al mirar al sur, a nuestra derecha, la montaña Negra, erupción de 1712. Desde allí comenzaremos a pasar entre pinares por la Hoya de la Mancha hasta encontrar el volcán de Martín(1646), fácil de identificar por sus colores rojizos, ya en tierras de Fuencaliente. Dejando este último volcán a nuestra izquierda bajamos hasta encontrar dos caminos; seguimos el de la derecha que nos lleva a una fuente de "El Tirón" y la carretera que tomaremos para llegar a Fuencaliente. En este trayecto hay varios "atajos" que acortan el trayecto del sendero.
RUTA 3. Casa del Monte. Marcos y Cordero. Los Tilos.
Dificultad: Media Alta. Tiempo: 4-5 horas.
Lleve linterna e impermeable.
La ruta nos llevará a los principales manantiales de Canarias y al corazón de reserva de Los Tiles, el mítico bosque de laurisilva.
Descripción de la ruta: Para llegar a la caa del monte, lugar donde se inicia el camino, hay que hacerlo en coche o taxi todo terreno. Desde allí tomaremos el canal, que no dejaremos en todo el recorrido hasta llegar a los manantiales. Nos encontraremos varios túneles, en medio de un paisaje hermosísimo, que muestran el arduo trabajo del hombre isleño para transportar el agua. El primer manantial que encontraremos es el de Marcos y Corderos, al que llegaremos en media hora. A partir de aquí todo el camino descenderá sin pérdida por todo el barranco del Agua. Contemplaremos diferentes pisos de vegetación hasta llegar al núcleo principal de la laurisilva, en la que destaca los mejores ejemplares de tilo (Acotea foetens) de toda Canarias. Un pequeño esfuerzo más y muy pronto estaremos en el punto de destino. 

29 oct 2011

SENDERISMO


Esta isla es ideal para el turismo verde, ecológico, al ocio activo, al respeto con el medio ambiente. El senderismo es el rey de las actividades, por lo que la isla cuenta con infraestructuras para ello, una amplia red de senderos 81.018 Km.) perfectamente señalizados, siguiendo estándares internacionales homologados, abalados por la 
Federación española de Deportes de Montaña y escalada y la Europeas
Ramblers Assotiation.


El Cabildo Insular lleva años impulsando esta alternativa,  ofertando y habilitando cada día más caminos para los aficionados a patearse los montes y zonas rurales. Descubre
caminando esta isla de San Miguel de la Palma, tierra de agua, endemismos vegetales y paisajes volcánicos.

Para obtener información adicional especifica acerca de los muchos senderos que surcan la Palma, basta con adquirir cualquiera de las  múltiples guías de senderismo existentes en el mercado insular, en varios  idiomas y para una adecuada orientación, lo mejor es conseguir gratuitamente el Mapa DIN AJ de toda la red de senderos de la palma, que se puede conseguir en las Unidades de Medio Ambiente, en el centro de visitantes de los tilos, en las diferentes oficinas de turismo y en la casa Massieu de Argual.

Los senderos de la Palma se clasifican usando un código compuesto por unas iniciales
(GR, PR o SL) y su correspondiente número, con son apreciados en distintas señales
con forma de flecha direccional.

GR o sendero de gran recorrido, la isla cuenta con dos trayectos de este tipo, el GR130 - camino Real de la costa, que circunvala la isla y el GR131 - Ruta del bastón, que une la
ruta de los volcanes y la ruta de la Cestería. Su recorrido dura más de un día y se requiere una buena condición física. El color de sus balizas es el rojo.

PR o sendero de pequeño recorrido. Existe 19 principales y 23 secundarios. Pueden realizarse en su totalidad dentro del mismo día. Nacientes de Marcos y Cordero. Ruta de los puertos, la Travesía, etc. el color de sus balizas es el amarillo.
SL o Sendero Local. Su distancia es inferior a 10 Km. y sirven para unir senderos de rango superior o realizar pequeños bucles locales. Cuenta con casi 40 rutas de este tipo y dado sus no tan exigentes requisitos, son aptos para toda la familia. En su numeración se refleja el municipio al que pertenecen. El color de sus balizas es el verde.


28 oct 2011

EXCURSIONES


Recorrer la isla en bicicleta. La Palma cuenta ya entre los destinos mas apreciados por
los aficionados al turismo de la bicicleta. La isla ofrece muchas distracciones para los ciclistas con pasión por la naturaleza, excursiones por los ampliamente ramificados caminos forestales cubiertos de pinillos y sobre pistas rurales, recorridos por arenosas pistas de 
lava, diversión y cosquilleo en largas bajadas. La Palma ofrece al aficionado mas de 400 Km. de carretera en su mayoría muy bien asfaltadas, bien los ciclistas deben evitar el eje 
principal de trafico que une Santa Cruz de la Palma con el Paso, Los Llanos de Aridane y Puerto Nao puesto que existe suficientes alternativas sobre las que puede obtenerse información en alguno de los centros de turismo de bicicletas.


Una experiencia tope en el norte de la isla es la ruta que va desde Barlovento hasta Roque Faro a través de los diversos túneles naturales. para un recorrido agradable con maravillosas vistas panorámicas resulta muy atractiva la ruta alta del sudoeste, desde Fuencaliente hasta San Nicolás. Esta excursión en bicicleta es fantástica, pues el recorrido
es de ligera bajada en casi todo el trayecto. También en las zonas altas y fuera de las carreteras, la isla natural de La Palma presenta un paraíso de diversidad para los 
aficionados a las bicicletas de montaña. La mejor manera de informase es acudir a los centros de turismo de bicicletas en Puerto Nao o en los Llanos de Aridane, donde también
se obtienen los consejos adecuados, así como bicicletas bien equipadas.

La Palma bajo cero. La Palma es una isla extrema por naturaleza, el relieve submarino desciende rápidamente hasta una profundidad de más de 3.000 m. Sin embargo el mundo subacuatico del Atlántico tiene preparadas algunas sorpresas para los submarinistas,
sea cual sea su nivel, de principiante, aficionado o profesional, ofreciendo así mismo lo adecuado para todos los gustos. Los dos extremos que constituyen las áreas de
alta presión (30 metros bajo cero normal) y las de baja presión (300 metros sobre cero normal) son de un atractivo fascinante para los aficionados al buceo.

La temperatura acuática de 20 grados en invierno y hasta 25 grados en verano,
así como una visibilidad de hasta 50 metros garantizan el disfrute del buceo durante
todo el año. Para el submarinismo no se necesitan conocimientos previos. Deslizarse
ingrávido por los acantilados submarinos con sus caprichosas formaciones rocosas en
armonía con los peces, disfrutando de la diversidad y el colorido de la fauna y la flora
marina, es sin duda una experiencia única. En este mundo los típicos representantes de la fauna marina local, son los meros y las morenas, alternan con cardúmenes de trompeteros, percas, sargos y doradas de diferentes clases, pudiendo verse también con un poco de suerte, peces grandes como rayas, dorados que pueden llegar a alcanzar los 2 m de largo
o atunes.

Las dos erupciones volcánicas de los últimos 50 años han creado fantásticas formaciones
de lava en un mundo submarino que rápidamente desciende hasta los 300 metros y en
cuyas numerosas grietas, cuevas y arcos rocosos viven diversas clases de anémonas,
corales negros, gargonias, crustáceos y corales.



El sueño de volar sobre La Palma. La Palma cumple con sus deseos y les ofrece grandes o pequeños vuelos un Cesna monomotor. El avión parte desde el aeropuerto de Mazo. Desde
el aire se pueden tomar fotos panorámicas de la isla. Durante el vuelo se rodea la isla aproximadamente 50n minutos. El vuelo pequeño tiene lugar en lado este de la isla, donde
se pueden tener maravillosas vistas de Los Cancajos, Santa Cruz de la Palma y el verde noroeste isleño hasta los volcanes del sur.

LA CALDERA DE TABURIENTE

Declarado como Parque Nacional. La Caldera de Taburiente representa principalmente al ecosistema del pinar canario en un espectacular paisaje donde el agua se precipita en hermosas cascadas y abundan los restos arqueológicos, en especial grabados en roca.
La Caldera de Taburiente es un circo de cumbres de 8 Km. de diámetro, cuyos desniveles alcanzan los 2.000 metros entre el punto mas alto situado en el Roque de los Muchachos con 2.426 m y Dos Aguas, a la salida del Parque en el Barranco de las Angustias.
El Parque nacional es de origen volcánico, formado en varios periodos eruptivos. Presenta
al descubierto formaciones geológicas de alto interés. lavas almohadilladas, diques,
coladas, conos volcánicos y mantos piroclasicos, destacan los roques fruto de la erosión
o de avalanchas.


En la zona baja hay nacientes de aguas ferruginosas que tiñen de amarillo
los lechos de los barrancos.

El reino vegetal esta dominado por el pino canario, capaz de resistir el calor de los incendios sin morir gracias a su gruesa corteza. Acompañado de amagante y corazoncillo forma la asociación mas característica.
En las paredes verticales del Parque, nos sorprenden las comunidades de plantas en forma de rosetas de hojas carrosas, llamadas bejeques. Las cumbres de la Caldera están cubiertas por un matorral llamado codeso, acompañado en menor medida de plantas, muchas de ellas en peligro de extinción como el retamón, la bencomia, la violeta y los tajinastes azul y rosado.
En los barrancos es frecuente ver pequeños bosques de sauce canario y restos de laurisilva.
LA CUEVA BONITA

La cueva bonita. Conocida como cueva de Candelaria, se ubica esta maravilla geológica de la naturaleza a centenares metros de la desembocadura del Jurado, si se accede desde el mar. Esta preciosa y singular gruta se encuentra justo bajo de uno de los múltiples y agrestes acantilados que jalonan la costa tijarafera. Dentro de la cueva puede admirarse la bóveda que cubre jaspeada de azul, blanco y verde como si fuese de mármol, el fondo claro de la misma donde corren de un lado para otro multitud de pesecillos que recrean el animo y la vista. Esta cueva tiene dos grandes bocas por donde constantemente entra y sale el mar. El interior de la cueva es de grandes dimensiones y profundidad.

La vieja y ancestral tradición oral de los habitantes de esta parte de la isla, cuenta que
a lo largo del siglo XVII, durante las incursiones berberiscas y musulmanas a la isla,
muchos pescadores salvaron su vida gracias a esta cueva, ya que entraban por un lado y salían por el otro. En la proximidad de esta cueva viniendo de Tazacorte existe un saliente que recibe el nombre de Punta del Moro. Por sus características ha sido calificada por geólogos y oceanógrafos especialistas como única. Si se visita al atardecer, cuando la luz
se refleja en sus aguas, donde el espectáculo es grandioso al observar los cambios de cientos de colores que van cambiando paulatinamente en el techo, donde en caprichosos dibujos naturales esculpidos en la piedra van formando figuras y formas. En la actualidad
la cueva bonita forma parte por derecho del escudo heráldico del municipio de Tijarafe.
LOS TILOS 



Canal existente cerca del Centro de Visitantes, en el entorno natural del Bosque de Los Tilos.


   



    Centros de visitantes
    de Los Tilos.











Vegetación termófila en el Bosque de Los Tilos.








Vista general del Bosque de los Tilos, con su imponente Barranco.






Ejemplar de pinzón azul, en el interior del Bosque de los Tilos.

20 oct 2011

PIRÁMIDE DE LA VEGETACIÓN
 EN LA PALMA


ZONA BAJA

Matorral Costero

La flora y vegetación de las zonas más áridas de Canarias ocupan los niveles de menor altitud. El matorral costero, presente en todas las islas, se extiende desde el nivel del mar hasta unos 300 metros, en las vertientes a barlovento, y hasta unos 800 metros en las vertientes de sotavento.  En las islas más bajas (Lanzarote y Fuerteventura) y en los islotes, las diferentes variantes del matorral ocupan casi todo su territorio.


El cardón es una de las especies más representativas de las zonas bajas de todo el Archipiélago.  (MC)
La limitación de su porte se debe al estrés hídrico que ha de soportar, con precipitaciones inferiores a 250 mm/año, y grandes niveles de insolación. A ello hay que añadir, especialmente en las costas orientales y meridionales, el viento, que puede ser de cierta intensidad. El rasgo más común en este piso de vegetación es la suculencia. Se trata de la capacidad que han desarrollado las especies para retener el máximo de agua posible en sus tejidos y, evitar así, su rápida evaporación debido a las escasas precipitaciones.

Además, su desarrollo está influenciado por el tipo substrato. Un ejemplo es el predominio de playas de arenas rubias en las Canarias Orientales y su escasez o ausencia en las Occidentales.

En la composición florística también se aprecian diferencias notables. Así, por ejemplo, en las islas de Fuerteventura y Lanzarote, son frecuentes las plantas anuales, es decir, las que completan todo su ciclo biológico en el mismo año.  Predominando este tipo de vegetación sobre los matorrales de plantas suculentas y espinosas que abundan, por el contrario, en el resto de las islas.

Vegetación psammófil :

Se incluyen aquí las comunidades propias de las formaciones arenosas, que tiene su mejor representación en las playas de las islas orientales. En estas condiciones viven plantas especializadas, con un sistema radicular muy desarrollado a fin de alcanzar la zona de mayor humedad. La vegetación de estas arenas es pobre en comparación con la mediterránea o atlántica, pero alberga plantas de gran interés, las cuales pueden hallarse también en las costas africanas.

Encontramos este tipo de vegetación en sustratos arenosos como las dunas de Maspalomas, Tufia y Arinaga en Gran Canaria, las dunas de Corralejo y playas de Sotavento y Morro Jable en Fuerteventura, el Médano en Tenerife, el sureste de Lanzarote y La Graciosa. Entre las especies que la componen destacan el balancón (Traganum moquini), la uvilla de mar (Zygophyllum fontanesii),  los tarajales (Tamarix canariensis), el pincho (Salsola Kali), o la lecheruela (Euphorbia paralias).


Los matorrales de plantas carnosas que soportan grandes concentraciones de sales y encharcamientos temporales, son más frecuentes en los litorales de Lanzarote y Fuerteventura. (SG)
Vegetación halófila

Coexisten, en este piso, otros tiempos de vegetación muy especializados, tales como las comunidades de plantas halófilas (necesitan sales), que viven en la zona más próxima al mar, bien en arenas o en fisuras rocosas.

Al vivir en zonas afectadas por la maresía, tienen mecanismos de adaptación para soportar altos contenidos en sales, acumularlas por medio de melosidades o para expulsarlas mediante glándulas especiales. Para ello presentan portes subarbustivo o arbustivo, con formas achaparradas, hojas suculentas y de reducida superficie y con melosidades y colores blanquecinos. Algunas de las especies que la forman son el salado (Schizogyne sericea), la uvilla de mar (Zygophylum fontanesii), la lechuga de mar (Astidamia latifolia) y las siemprevivas (Lymonium pectinatum, L. fructicans, L. macrophylum, etc.), endemismos canarios, y especies introducidas como el perejil de mar (Crithmum maritimum). Así mismo, una de las especies más abundantes en esta franja es el tomillo marino (Frankenia ercifolia).

Cardonal – Tabaibal

El cardonal-tabaibal, o matorral xerófilo, se desarrolla también en la franja costera pero lejos del influjo directo de la maresía, por lo que las especies que lo forman se han adaptado a condiciones de semiaridez. Éstas se presentan en forma de arbustos de poco porte, con métodos de adaptación parecidos a los de la vegetación halófila, como el porte arbustivo o subarbustivo, la forma achaparrada y, también, hojas suculentas, entre otras características. Las especies más representativas de esta comunidad son el cardón (Euphorbia canariensis) y las tabaibas (Euphorbia balsamifera, E. regis-jubae, etc.). Pueden aparecer en comunidades separadas o formando una sola comunidad, donde las tabaibas pueden aparecer hasta los 300 m, mientras que los cardones, dispuestos en bandas discontinuas, pueden llegar hasta los 500 m.


Cardonal-Tabaibal del Malpaís de Rasca, en el sur de Tenerife. (AAR)
Otras comunidades vegetales de la zona bajan pueden estar dominadas por otras tabaibas. Es el caso de la tabaiba majorera o tabaiba roja (Euphorbia atropurpurea), frecuente en las costas altas del sur y oeste de Tenerife, o la higuerilla de Berthelot exclusiva de La Gomera. En otros lugares la retama blanca (Retama raetam) puede ser muy abundante.

En las zonas costeras se desarrolla una comunidad con características diferentes a las anteriores en las zonas de barrancos, donde las especies más comunes suelen ser la palmera canaria (Phoenix canariensis), el balo (Plocama pendula), diferentes tipos de bejeques (Aeonium), verodes (Kelinia neriifolia) y sanjoras (Aeonium longithyrsii) en las paredes rocosas, etc.

Los acantilados costeros, comunes en todas las islas, constituyen otro ecosistema, con características similares a las comunidades vegetales anteriores, especialmente si no se desarrollan a demasiada altura que los aleje de la influencia del mar. En ellos se encuentran fundamentalmente especies como la doradilla marina (Asplenium marinum), siemprevivas (Lymonium pectinatum, L. fructicans, L. macrophylum, etc.), la lechuga de mar (Astydamia latifolia), margarita de costa (Argyranthemum frutescens), el salado (Schizogyne sericea) o el corazoncillo (Lotus sessifolius).


ZONA DE BOSQUE TERMÓFILO

En la vegetación potencial de las Islas, puede afirmarse que diversas plantas de porte arbóreo, tales como dragos, palmeras, sabinas, etc. eran muy frecuentes en el piso basal (se entremezclaban con los matorrales costeros). Constituían, por lo general, comunidades de transición a la vegetación del piso montano (montes de laurisilva en las vertientes húmedas norteñas o pinares en las exposiciones meridionales secas). Los bosques termófilos no se hallan directamente afectados por el mar de nubes. Reciben unas precipitaciones de entre 350 y 600 mm. al año, y exigen unas condiciones térmicas poco contrastadas, con unos niveles buenos de insolación.

Los palmerales son uno de  los mejores exponentes de bosques termófilos. Palmeral de Las Toscas, La Gomera. (PTLG)
Este piso ha sido denominado también sabinar-palmeral, por ser dos de las principales especies que lo componen, aunque aparecen siempre acompañadas por otras, tanto herbáceas como arbustivas. En Canarias, junto a las especies ya citadas y otras tales como el acebuche, el olivo salvaje, el peralillo o marmolán, se hallan numerosas especies arbustivas de gran interés. Entre ellas están el espinero, granadillo, jazmín, etc., que contribuyen a formar en su conjunto una de las comunidades de mayor riqueza en las Islas.

¿Qué especies constituyen el bosque termófilo?

El bosque termófilo está compuesto por varias especies arborescentes y arbustivas de origen mediterráneo o norteafricano como la sabina (Juniperus phoenicea) que originan formaciones casi monoespecíficas en algunas islas. A ella se le unen la palmera canaria (Phoenix canariensis), que se puede observar en los valles y fondos de barrancos y en algunas laderas escarpadas, constituyendo un elemento fundamental del paisaje. El drago (Dracaena draco), símbolo del paisaje vegetal de las Islas. El sauce (Salix canariensis), un endemismo macaronésico de pequeño tamaño (arbusto o árbol pequeño). También aparecen el almácigo (Pistacia atlantica), el lentisco (Pistacia lentiscos), el peralillo (Maytenus canariensis), el orobal (Withania aristata), la salvia (Salvia canariensis), la gamona (Asphodelus aestivus), las jaras (Cistus monspeliensis), el hediondo (Bosea yerbamora), etc.

Estado de conservación

La vegetación del bosque termófilo ha sufrido una espectacular disminución como consecuencia del intenso aprovechamiento que el hombre ha hecho de ella.  La franja altitudinal que ocupa el bosque termófilo ha sido tradicionalmente zona de establecimiento poblacional. Esta zona ha sido las más utilizada tradicionalmente para la agricultura, por lo que la vegetación potencial ha sido roturada. La palmera es la especie que más aparece, ya que tuvo un aprovechamiento por parte del agricultor. Ello ha dado lugar a que las comunidades termófilas se encuentren muy fragmentadas, con una clara disminución de su primitiva composición florística.

Las comunidades vegetales pertenecientes al bosque termófilo se encuentran muy localizadas. Destacan el famoso sabinar de la isla de El Hierro, los sabinares del noroeste de La Gomera, y algunos de área muy reducida existentes en la zona de Afur en Tenerife, y en la isla de La Palma. Asimismo destacan importantes palmerales como los de Fuerteventura, Lanzarote, La Gomera o los del sur de Gran Canaria.

Los grupos naturales más importantes de dragos se hallan en la isla de Tenerife (Roque de Tierra y Roque de las Ánimas, en Anaga; Barranco del Infierno y Barranco de Las Carboneras) y en La Palma (El Palmar, Franceses y Las Tricias, en Garafía; La Tosca, en Barlovento).Características de la flora y la vegetación.

INTRODUCCIÓN

La flora canaria ha sido para visitantes y científicos tema de especial interés y de numerosas publicaciones, por su diversidad y riqueza. Esto es debido a las propias peculiaridades geológicas y climáticas de las Islas Canarias. Para entender la originalidad de la flora y vegetación de Canarias hay que tener en cuenta su condición de islas, por lo que las especies necesitan métodos de llegada y de colonización. También son territorios relativamente jóvenes desde el punto de vista de la historia natural. A partir de las primeras especies que llegaron al Archipiélago, se han ido desarrollando otras nuevas, en función de las características climáticas y el relieve donde se asientan, y también dependiendo del grado de intervención del hombre sobre el territorio. Todos estos factores han propiciado que en las Islas exista un alto grado de biodiversidad, tanto de especies como de hábitats, en función de las condiciones ambientales que se den.

La diversidad y complejidad de la vegetación del Archipiélago se refleja en la laurisilva, un bosque de la Era Terciaria extinto en Europa. (AMAPCIT)
En primer lugar, las Islas son tierras donde han podido conservarse, desde tiempos remotos, debido a su aislamiento, géneros y especies vegetales que en otros puntos del planeta se encuentran fósiles, enterrados bajo capas geológicas ya antiguas. En segundo lugar, la sucesión de climas variados, a causa de bruscos contrastes en el relieve, generando numerosos microclimas, ha dado origen a diferentes estratos vegetales o a pequeños núcleos donde viven especies endémicas, o con carácter puramente local.

En el paisaje canario algunas especies se han convertido en símbolos publicitarios de las Islas, como es el caso del drago o las strelitzias. Sin embargo, éstas últimas no son propias del Archipiélago. Por eso hay que distinguir entre especies autóctonas, especies endémicas y las especies que han sido introducidas por el hombre a partir del siglo XIV, cuando los europeos llegan a las islas.

La vegetación autóctona la forman las especies que son propias de Canarias, pero no necesariamente exclusivas del Archipiélago, puesto que por lo general, es compartida por toda la región Macaronésica (Azores, Madeira, Islas Salvajes, Canarias y Cabo Verde).

La flora endémica la forman especies que son exclusivas del Archipiélago o de algunas islas concretas, y por lo tanto no se dan en ningún otro lugar.

También hay que tener en cuenta que buena parte de la vegetación de las Islas está constituida por especies introducidas, las cuales han influido notablemente en la repartición de las que ya existían, pues algunas se desarrollaron tan bien que desplazaron a las originales.

La strelitzia, una especie que no es propia del Archipiélago, se ha convertido en uno de los símbolos del paisaje canario. (MC)

ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS

Varios autores consideran la flora canaria de origen mediterráneo, habiendo llegado a las Islas en la Era Terciaria. Poco después de su arribada, dicha flora queda prácticamente aislada, evolucionando en formas, variedades y especies, de acuerdo con las influencias del medio ambiente y las propias características genéticas de las especies.

Debido a su antigüedad, que abarca varios millones de años, presenta diversas relaciones, no sólo con la flora de la cuenca mediterránea, sino también con África, Asia y América del Sur.

El carácter ancestral está reforzado por el predominio de formas arborescentes leñosas y la existencia de géneros endémicos, entre otras razones biológicas.

Número y distribución

En la actualidad, existen alrededor de 1.700-1.800 plantas superiores que crecen espontáneas en las Islas. Puede afirmarse que aproximadamente 500-600 han sido introducidas a partir de la Conquista. La flora estrictamente canaria apenas rebasaría las 1.000 especies, cifras que están continuamente sometidas a correcciones debido a los nuevos descubrimientos.

Tipos de vegetación

Según en la zona en la que nos encontremos, la vegetación presenta unas características diferentes. La vegetación de las Islas podemos clasificarla por bandas altitudinales.

Zona baja o de matorral costero: Formaciones de ‘suculentas’ (cardonales y tabaibales) y pequeños matorrales de las formaciones arenosas.

Zona de bosque termófilo: Dominado por sabinares y palmerales. Estas dos formaciones aparecen siempre acompañadas por otras especies como el sauce, el drago y el acebuche.

Zona de bosque de monteverde: Predominan los bosques de laurisilva, más o menos conservados. Los montes de fayal-brezal pueden ser el resultado de la tala de los bosques de laurisilva o bien, una vegetación natural de transición a otros pisos de vegetación.

Zonas de bosque de pinos: Los pinares ocupan una gran extensión, coronando las islas más montañosas. El pino canario gracias a sus cualidades para adaptarse a situaciones adversas, ha jugado un papel importante en la colonización de los terrenos arrasados por los volcanes, siempre que se hallen dentro de su área potencial.

Vegetación de alta montaña: La zona de matorral de cumbre o de alta montaña posee especies adaptadas a bruscos cambios de temperaturas, a una fuerte insolación, a intensos vientos y que en ciertos períodos del invierno llegan a soportar nevadas. Las especies más características son las retamas del Teide y el codeso.

Los cardonales y los pinares son exclusivos de Canarias, mientras que los bosques de laurisilva también existen en la vegetación de los archipiélagos portugueses de Azores y Madeira.

El relieve y el clima son los aspectos que marcan la peculiares características y distribución de la flora y la vegetación de las Islas. (MPV)
FACTORES HUMANOS QUE HAN INFLUIDO SOBRE LA VEGETACIÓN

Factores prehistóricos

Canarias, a diferencia de lo que ocurrió en otros archipiélagos (Azores y Madeira), tuvo una fuerte acción antropozoógena sobre el medio natural desde tiempos anteriores a la Conquista. Todas las Islas tenían una población prehistórica que desarrollaba prácticas pastoriles.

Los efectos de los aborígenes sobre la naturaleza de las Islas son difíciles de valorar, sin embargo, en algunas zonas como Las Cañadas del Teide o las cumbres de la isla de La Palma, los cambios tuvieron que ser importantes.

Históricos

Posiblemente esas alteraciones prehistóricas fueron insignificantes frente a la explotación que siguió tras la Conquista. La preparación de nuevas tierras de cultivo y de pastoreo, la extracción de madera para construcciones rurales y urbanas, para fabricación de muebles y embarcaciones, o para uso como combustible en viviendas, ingenios azucareros, llegaron a arrasar por completo extensas áreas de bosques, especialmente en Gran Canaria.

Esta actividad, seguida sin interrupción hasta nuestros días, adaptada a los cambios que se han ido produciendo en la economía, ha llegado a modificar profundamente la riqueza natural de las Islas.