ZONA DE MATORRAL DE CUMBRE
El matorral de cumbre o de alta montaña está representado en Canarias exclusivamente en las islas que se elevan a más de 2.000 m de altitud, como La Palma. Se extiende aproximadamente a partir de esa cota en ambas vertientes hasta el punto culminante de La Palma (Roque de los Muchachos, 2.425 m).Desde los 3.400 m hasta la cumbre, cerca de las fumarolas se encuentran gramíneas, la borriza de las cumbres (Gnaphalium teydeum) y un tapiz de musgos, líquenes y hongos. Las cumbres palmeras, aunque carecen de este ecosistema, sí poseen su propia violeta.
La riqueza biológica del matorral de cumbre es claramente inferior a la del matorral costero y su porte de matorral se debe al rigor ambiental al que está sujeta esta zona, que limita de forma importante la capacidad de carga de los ecosistemas allí presentes, fundamentalmente, por el estrés térmico e hídrico, así como por la juventud de su sustrato. La biomasa –peso seco de materia orgánica por unidad de superficie– del matorral de cumbre se sitúa en torno a 1,5 kg/m2, mientras que su producción primaria neta –velocidad de síntesis de la biomasa– ronda los 0,25 kg/m2 año. La importante altitud que alcanza La Palma hace que este ecosistema carezca de parangón en el conjunto de la Macaronesia.
Las características climáticas de alta montaña son las más extremas que se pueden observar en el archipiélago. La temperatura media de la cumbre varía en gran medida según la altitud considerada oscilando desde los 10 ºC .
La humedad relativa habitualmente es inferior al 50% siendo muy pocos los días que el mar de nubes alcanza esta altitud, por lo que casi siempre las cumbres están despejadas.
En la isla de La Palma, el matorral está claramente dominado por el codeso de cumbre (Adenocarpus viscosus), plantas achaparradas y rastreras de poca altura, de hojas pequeñas, grises y pegajosas y flores amarillas que dan lugar a un codesar.
Otros elementos comunes de interés en las cumbres son el cedro (Juniperus cedrus), árbol que tal vez en el pasado formó bosquetes que definieron el límite altitudinal del bosque en Canarias, el cabezón del Teide (Cheirolophus argutus), el alhelí (Erysimum scoparium) fácilmente reconocible por sus flores malvas, la tonática (Nepeta teidea) con inflorescencias de color azul-morado o blancas, el tajinaste rojo (Echium wildpreti) que es la planta más espectacular debido a su gran inflorescencia vertical con numerosas flores de color rojo intenso.
También encontramos en las cumbres especies vicariantes, es decir especies que pese a tener un origen común, se han especializado debido a su asilamiento en las respectivas cumbres, dando lugar a especies emparentadas pero diferentes, como la hierba pajonera (Descurainia gilva y D. bourgueana), la falsa conejera (Pterocephalus porphyranthus y P. lasiospermus), y la magarza o margarita de cumbre (Argyranthemum haouarytheum )los endemismos retamón (Genista benehoavensis), tajinaste azul (Echium gentianoides) y bejeque noble (Aeonium nobile) en el matorral de cumbre palmero y el tajinaste picante (Echium auberianum)...